If you know your body can’t tolerate certain foods but you still eat them, that’s actually self-harm

Amor Propio vs. Auto-Daño

Amor Propio vs. Auto-Daño – ¿Cómo Tratas a Tu Cuerpo?

¿Cuántas veces hemos escuchado “ámate a ti mismo”? Pero, ¿qué significa realmente el amor propio? ¿Un día de bienestar? ¿Un vestido nuevo? ¿Un poco de descanso? ¿O tal vez algo mucho más profundo? El amor propio no se trata solo de consentirte, sino de prestar atención a las señales de tu cuerpo y respetar sus necesidades.

La Libertad de Elegir – ¿Te Construyes o Te Destrozas?

Si sabes que tu cuerpo no tolera ciertos alimentos pero aún los consumes, eso es en realidad auto-daño.

  • Si eres celíaco y tomas “solo un pequeño bocado” de gluten, estás exponiendo tu cuerpo a inflamación y dolor de manera intencional.
  • Si eres intolerante a la lactosa y comes lácteos porque “realmente lo querías”, estás trabajando en tu contra.
  • Si el azúcar te cansa, daña tu intestino y baja tu energía, pero aún lo consumes, te estás haciendo daño.

Estas decisiones pueden traer placer momentáneo, pero a largo plazo dañan tu cuerpo. Si constantemente te tratas así, ¿cómo puedes esperar mantenerte saludable y fuerte?

Auto-Daño vs. Amor Propio – ¿Dónde Trazas el Límite?

El auto-daño no solo se trata de dolor físico. Incluye acciones conscientes o inconscientes que te perjudican:

  • Ignorar las señales de tu cuerpo es auto-daño.
  • Comer algo solo para “no molestar a alguien”, aunque te haga daño, es auto-daño.
  • Comer por culpa y luego sentirte mal es auto-daño.

Amor Propio – El Mayor Regalo que Puedes Darte

El amor propio significa elegir conscientemente. Dices no no porque algo esté prohibido, sino porque no quieres hacerte daño.

  • Amor propio es elegir alimentos que apoyen tu cuerpo.
  • Amor propio es aprender a decir no a lo que no te sirve.
  • Amor propio es soltar la culpa y aceptar que tu salud es más importante que las expectativas de otros.
Cómo Pasar del Auto-Daño al Amor Propio
  1. Observa las señales de tu cuerpo. ¿Cuándo te sientes bien? ¿Cuándo estás cansado, hinchado o de mal humor?
  2. Deja de disculparte. No tienes que explicar por qué no comes gluten, lácteos o azúcar. Es tu decisión.
  3. Sé paciente contigo mismo. Si has ignorado las necesidades de tu cuerpo durante mucho tiempo, se necesita tiempo para adoptar una nueva mentalidad.
  4. Celebra tus decisiones. Cada vez que eliges conscientemente un alimento que apoya tu cuerpo, reconócelo como un acto de amor propio.

Recuerda: no te estás privando de la alegría, te estás protegiendo del sufrimiento.

💡 ¿Qué elegirás hoy? ¿Amor propio o auto-daño? 💡

Regresar al blog